Enmarcada por la histórica plaza principal del municipio, esta boda se inspiró en una canción que cuenta la historia única y sincera de amor de la pareja.

Además de la belleza visual, la pareja honró sus raíces culturales al salir de la iglesia con chupetes, dulces tradicionales envueltos en conos de papel, simbolizando la dulzura y la felicidad compartida. La ceremonia culminó con la melodiosa interpretación de La Santa Cruz, una banda local emblemática, seguida de la sorprendente aparición de la gigantona, una imponente figura del carnaval de 3 metros de altura que personifica la alegría y el colorido de la región.

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El tema elegido para su recepción fue un exuberante jardín, donde cada rincón estaba decorado con flores y elementos naturales, creando un ambiente de ensueño. Los momentos más destacados incluyeron una vibrante hora loca bajo el tema Neon Party, que llenó la noche de colores y energía contagiosa hasta el amanecer.

Cada fotografía captura la esencia y la autenticidad de este día especial, donde el amor y la tradición se fundieron en un evento memorable en el corazón de La Guajira.